Si bien la cirugía de glaucoma rara vez es el tramiento inicial, es una opción viable. Generalmente el tratamiento inicial del glaucoma es con gotas para bajar la presión intraocular. Una vez que agotamos las opciones de gotas, el paciente tiene algún afecto adverso con ellas o por motivos socioeconómicos hay muy poco apego al tratamiento se opta por la opción quirúrgica.
Existen varias opciones de cirugía para el glaucoma, todas ellas consisten de manera general crear una vía alterna para que drene el líquido que da volumen al ojo y baje de esa manera la presión intraocular.
Una de las opciones es implantar una válvula de Ahmed (imagen anexa). Es un dispositivo hecho de polimetilmetacrilato o silicón más pequeño en área que la uña de un pulgar. Este dispositivo se coloca por debajo de la conjuntiva y cuenta con un tubo que llega al interior del ojo. Dicho tubo permite que el líquido de adentro del ojo drene a su el espacio debajo de la conjuntiva, disminuyendo así la presión intraocular.
Recordemos que el manejo principal para detener el avance del glaucoma es la reducción de la presión intraocular.
